Bakuriani, Georgia. Portoroz, Eslovenia. Varna, Bulgaria. Bialka Tatrzanska, Polonia. Tallin, Estonia. Fundao, Portugal. Zagreb, Croacia. Riga, Letonia. Kaunas, Lituania.

Tal vez todos estos lugares no te digan nada, tampoco me lo decían a mi hace unos cuantos meses. Sin embargo, cada vez que escucho alguno de estos nombres ahora, me vienen a la mente sin duda los mejores recuerdos de mi vida, más de 100 personas de más de 20 países distintos, y mil experiencias que me han hecho reír, llorar, bailar, cantar, saltar, nadar, aprender, olvidar…pero sobre todo, crecer.

Si hace un año me dijeras: “Prepara la maleta que en un par de días vas a coger un avión que te llevará a otro país donde pasarás una semana conviviendo 24 horas al día con jóvenes de distintos países. Esté grupo de jóvenes se convertirá en tu familia durante ese periodo, y juntos realizaréis distintas actividades con las que no solo disfrutaréis, sino que también aprenderéis sobre un tema concreto. Lleva algo de comida típica de tu país, porque además de tener actividades durante el día, por las noches tendrás veladas interculturales, donde los participantes de cada país te presentaran su cultura y su comida, así que tú tendrás la oportunidad de presentar el tuyo también, junto con tus compañeros de equipo nacional. No te extrañe que algún día durante la semana os den tiempo libre para descubrir la ciudad donde os alojáis, incluso puede que organicen una excursión a otra ciudad distinta. ¿Lo mejor de todo? Todos los gastos están cubiertos por la Unión Europea: transporte, comida y alojamiento. Prepárate para vivir la mejor experiencia de tu vida” seguramente me habría reído de ti. Si me lo dices ahora, mi respuesta es simple: “¡Estoy listo para el próximo proyecto Erasmus+!”.

Gracias al programa Erasmus+ no solo he tenido la oportunidad de conocer nuevos países, sino que también tuve la oportunidad de descubrir una de las ciudades más impresionantes de Europa, que tenía muy cerca de casa, pero que por una razón u otra, no había tenido la ocasión de conocer. Y es que a la lista de lugares que antes he mencionado tenemos que añadir Barcelona, ciudad a la que tuve la oportunidad de acudir como participante local en el Training Course “Creative Entrepreneur: The Power of Imagination in Business”.

Así es, para vivir una semana inolvidable, con gente de distintos países, aprendiendo sobre un tema concreto no hace falta coger 4 aviones y pasar un día entero viajando. Está vez solo hicieron falta 4 horas y un tren. ¿El tema concreto? Esta vez tocaba “Entrepreneurship”, porque cuando convives durante una semana con gente de España, Italia, Chipre, Polonia, Lituania, Estonia, Bulgaria, Rumanía y Eslovenia te acostumbras a vivir en inglés.

Un día normal en la vida de un “Creative Entrepreneur”: te despiertas a las 9:40 y bajas corriendo para no quedarte sin desayuno, porque sabes que aunque el desayuno es de 9:00 a 9:45 esos 40 minutos extra de sueño te van a dar alas para el largo día que te espera. Acabas de desayunar y empiezas con la primera sesión del día. ¿Todos sentados en fila con un pupitre cada uno? No, lo único que necesitas es una silla y un lugar en el círculo, donde todos podemos vernos las caras, donde nadie es más que nadie.

Pero antes de empezar la sesión, ¡un “energizer” para despertarnos todos! Aunque suena a bebida isotónica, un energizer es una forma molona de llamar a un pequeño juego con el que nos despejaremos todos y nos llenaremos de energía positiva antes de empezar las actividades. Así que una vez acabado el energizer de la mañana, nos ponemos a trabajar, pero que nadie se asuste, nada de aburridos libros de texto, o interminables powerpoints, ¡en la sesión de hoy nos toca juntarnos por grupos y simular la creación de una empresa!

En mitad de la sesión matinal, un pequeño “coffe break”, media hora descansar, tomarte un café (o té, ¡tú decides!), unas cuantas galletas o una pieza de fruta, y una oportunidad para descubrir cosas nuevas sobre esos 26 participantes de 9 países distintos con los que estás conviviendo. Y después del parón, a seguir con la creación de nuestras empresas hasta la hora de comer.

A la hora de comer, puedes tomarte tu tiempo para disfrutar de la comida mientras sigues conociendo a tus compañeros, o puedes comer rápido e ir a dar una vuelta por la ciudad, eso sí, no llegues tarde, ¡a las 15:30 empezamos la siguiente sesión! Esta vez, vamos a llevar a la vida real las empresas que habíamos creado por la mañana, y junto con nuestro equipo vamos a ofrecer un producto o servicio a los demás participantes del proyecto. Preocúpate de ofrecer el mejor servicio, porque después todos los participantes gastarán sus “Pavidolares” (dinero imaginario con el nombre de nuestro Trainer Estonio, Pavel) para decidir cuál es la mejor empresa de todas.

Al acabar la sesión tendremos ”Reflection time”, donde nos dividiremos en pequeños grupos para hacer un breve balance del día, aquí podremos hablar de lo que nos ha gustado, y también podremos intentar mejorar aquello que no nos ha gustado tanto. Pero no reflexiones demasiado, ¡que la cena te espera!

Después de la cena podrás disfrutar otra vez de tiempo libre, hasta que llegue la noche cultural, donde cada país hará una pequeña presentación de su cultura y su comida (y como no podía faltar, de su bebida). Si ponemos la comida, la música y la bebida, ya sabéis lo que tenemos…¡fiesta! Eso sí, contrólate, que mañana a las 9 ¡volvemos a empezar!

Y ahora que ya sabes lo que hacemos en los proyectos Erasmus+, ¿a qué esperas para apuntarte al siguiente? Tal vez incluso coincidamos, y acabemos brindando juntos al son de “¡Gracias Erasmus+!”.

 

Jordan Puchol Herreros

Participante de “Creative Entrepreneur: The Power of Imagination in Business”