El objetivo del curso “Play Station” fue dotar a los participantes de herramientas para poder aplicar metodologías de juegos a procesos educativos. Para ello y durante ocho días, probamos y evaluamos diferentes juegos y tuvimos ocasión de desarrollar nuestra propia propuesta.
El primer día del programa lo dedicamos a conocernos, romper el hielo y crear un buen ambiente, como es habitual en este tipo de cursos. Tuvimos tiempo para hacer una pequeña presentación individual, tal y como nos habían mandado de “deberes” antes de ir, que consistió en presentar en 1 minuto un supuesto juego creado por cada participante (cómo se llamaba, en qué nos habíamos inspirado, porqué había tenido tanto éxito mundialmente…). Esta simulación nos sirvió para abrir boca ante todo lo que nos esperaba.
La primera mitad de la semana la dedicamos a probar varios juegos educativos, de tipo simulación y de tipo rol. Para cada uno, los formadores preparaban el atrezzo adecuado y nos daban las normas pertinentes (o no nos las daban, e íbamos descubriendo en qué consistía sobre la marcha). Todos estos juegos, además de divertidos, tenían un componente social muy importante de fondo. Los temas tratados fueron por ejemplo la desigualdad social y económica en la sociedad, las enfermedades de transmisión sexual o el reciclaje de residuos. Lo más importante, además de fijarnos en las diferentes metodologías de juego, era el “debriefing” final, cuando nos juntábamos todos para compartir cómo nos sentíamos tras la experiencia, qué sentimientos nos había generado, para qué nos podría ser útil, qué se podía aprender de ello, etc. ¡Hacer las preguntas correctas propicia un debate muy interesante! El proceso de aprendizaje vinculado a cada juego se terminaba con un feedback final del mismo hecho en grupos pequeños, en el que reflejábamos qué aspectos nos habían gustado más, cuáles menos y valorábamos el nivel educacional, el papel de los facilitadores y la arquitectura del juego, comentarios que a su vez compartíamos de nuevo al acabar estas evaluaciones.
La mañana del tercer día tuvimos la suerte de hacer una visita por el barrio de Molenbeek con la organización JES, en cuyo edificio nos alojábamos. Si bien no eran la asociación de acogida, sí usamos sus instalaciones y nos trataron de maravilla. En este link se puede ver todo el trabajo que llevan a cabo en este barrio: https://www.jes.be/360.php?locatie=Brusse. Durante nuestra ruta, usamos la aplicación de Lomap a través de la cuál podíamos sacar fotos al barrio que nos generasen diferentes sensaciones para hacer un mapa sensorial (y crítico) del mismo.
¡Y este día hasta salimos en la tele local!: https://www.bruzz.be/videoreeks/vrijdag-2-november-2018/video-internationale-cursus-jeugdwerk-molenbeek-let-op-dat-ze-je
Después de tantas actividades, llegó la hora de un poco de teoría sobre cómo crear un juego educativo; se iniciaba la segunda parte del curso. Una sugerencia de pasos a seguir sería la siguiente: definir las necesidades de aprendizaje del grupo, fijar los objetivos educativos y el ambiente, desarrollar el juego hasta finalizarlo y por último, preparar el debate final con las preguntas clave. Por supuesto, este orden no es estricto, pero especialmente los dos primeros puntos son muy importantes para no perderte a la hora de hacer el juego, pues el fin último debe ceñirse a realizar lo que te habías propuesto conseguir con tu target group. Adjunto algún material útil facilitado.
Y llegó el momento de empezar con nuestro “game laboratory”, tendríamos nada más y nada menos que un día y medio para desarrollar en grupos de cuatro personas nuestro propio juego educativo. Este proceso fue intenso y duro por momentos, ya que no es nada fácil crear un juego en tan poco tiempo ¡tuvimos que primar mucho la sencillez! Y de ese día y medio de pensar objetivos, de hacer braimstormings, de recortar material, de pensar en problemas que podrían surgir y de diseñar nuestras propias reglas, llegó el día 1 de noviembre y la hora de probar todas las creaciones. Todos los grupos pusimos un gran esfuerzo por combinar diversión y aprendizaje, usando temáticas súper interesantes: adicciones, stress y creatividad, gestión de emociones, cooperación para resolver un problema y desinformación. Gracias a estos juegos, todos los jóvenes allí reunidos compartimos nuestras preocupaciones, nos concienciamos (aún más si cabe), propusimos mejoras y reflexionamos mucho mucho sobre todos los problemas presentes en todas nuestras sociedades y el papel de los jóvenes para hacerle frente.
Por si fuera poco, aún tuvimos tiempo una tarde de ir a visitar un centro cercano que se dedicaba a crear juegos educativos llamado De Aanstokerij, en donde seguimos probando y evaluando metodologías de juegos siendo los protagonistas de los mismos. https://www.aanstokerij.be/
Si a todo esto sumamos dinámicas “energizantes”, más juegos llevados por los participantes para el tiempo libre, una reflexión diaria final sobre cómo había ido el día en general, la noche intercultural, la de cine… ¡Una agenda a rebosar! Las expectativas se cumplieron con éxito, ¡hemos vivido en primera persona todas las fases de los juegos educativos! Ahora queda esperar a que se publiquen nuestras humildes creaciones en el informe final de las asociación del curso, Swira vzw, quienes organizaron todo con una dedicación increíble y nos hicieron sentir comodísimos ante todos los retos! Aquí su facebook: https://www.facebook.com/Swiravzw/
¡Y en breve plantearemos una actividad para desarrollar en nuestro ámbito local con todo lo aprendido! ¡Viva Erasmus+!
Fátima Martínez
Participante training course Play Station