Después de haber pasado 8 días en Levelek (Hungría) participando en el proyecto “Cool T(o)urnado” regresamos a España con la mejor de las sensaciones, agradeciendo de todo corazón a la asociación Ticket2europe la oportunidad brindada.
Fueron 8 días en los que tuvimos que ser maestros de la cultura húngara. Enseñamos su tradicional danza folclórica (conocida como “csárdás”), cocinamos para el resto de participantes platos tan conocidos como el lángosh o el Körözött, hicimos una maqueta del parlamento de Budapest a partir de una simple caja de cartón y hubo quien incluso demostró sus grandes dotes artísticas en el taller de pintura de obras famosas.
Nuestros compañeros húngaros presentaron, a su vez, nuestra cultura. Y aunque parece que tuvieron ciertos problemas a la hora de diferenciar entre el país de origen de los distintos hispanohablantes, no podríamos olvidar el empeño que demostraron en la preparación de la tortilla de patatas española y, cómo no, de la sangría.
Esos 8 días de intercambio intercultural no sólo nos sirvieron para aprender una cantidad ingente de cosas acerca del resto de culturas (pues además de húngaros y españoles también participaron italianos, rumanos, polacos y lituanos), sino también para combatir muchos de los prejuicios que arrastramos acerca del resto de los países participantes, consiguiendo con ello aumentar nuestra capacidad empática y por supuesto nuestra tolerancia al resto de culturas.
Esos 8 días fueron, además, una sucesión de debates sobre los diferentes tipos de discriminación, nuestro rol como integrantes de la UE, el desarrollo personal, etc., lo que contribuyó aún más al cambio de mentalidad que acabo de mencionar.
Analizando ahora retrospectivamente este intercambio nos damos cuenta de cómo sólo 8 días pueden cambiar tantísimo la conducta y, por tanto, el destino de una persona. Y con ello, el destino de todas las demás.
Ana Pérez
Team Leader española del intercambio juvenil «Cool T(o)urnado»